DIY

Adios a los nudos: una sencilla forma de guardar tus auriculares

Muy buenas tardes a todos. Ya es jueves otra vez. La verdad es que esta semana se me ha pasado volando. He estado inmersa en un proceso organizacional que ha puesto patas arriba toda mi habitación y que espero poder enseñaros próximamente porque de verdad que me ha encantado. Bueno, sin enrollarme más os quiero presentar a un pequeñín muy mono que forma parte de este proceso del que os hablo. ¿Lo queréis conocer?

¿Soy la única a la que los auriculares se le enredan mortalmente? Seguro que no. Pero yo le tengo que añadir una total falta de consideración con estos aparatitos. Acabo tirando de ellos para sacarlos del bolso y así ya he roto tres o cuatro.

No quiero hablar mucho sobre el tema, porque lo explicaré en una entrada exclusiva para ello. Pero una de las máximas que he seguido al organizar mi vida es que cada cosa tiene que estar en su lugar. Y el lugar de unos auriculares no puede ser perdidos en el vacío de un maxi-bolso. Se ven mucho mejor guardados en este pequeño DIY, ¿no os parece?

Para hacerlo vosotros solo necesitaréis merendaros un huevo kinder. Si tenéis sobrinos, primos o hijos seguro que ya tenéis alguna de estas cápsulas en las que vienen las sorpresas. Yo me compré uno específicamente para esta idea y considero que comerme el chocolate fue una parte más del proceso. A parte de la cápsula, necesitaréis un poco de goma eva (foami) verde, un rotulador permanente marrón (o negro), una cartulina negra y pegamento, yo utilicé uno tipo Super Glue.

Lo primero que debemos hacer es recortar dos círculos para los ojos. Yo utilicé una perforadora. Y se pegan a la cápsula con un poco de pegamento fuerte. Mientras se seca, en un trozo de goma eva hay que dibujar y después recortar un trozo que sea plano por abajo y con el trazo de una cresta irregular por arriba. Eso serán las hojas de la piña. Puse un poco de pegamento o silicona caliente en la base y enrollé la goma eva para hacer el penacho de hojas de la piña. Por último lo pegué en la parte superior de la cápsula.

Mientras esto se termina de secar le pasé una segunda capa de pegamento a los ojos. Esta vez por encima, para que la superficie quede más uniforme y no se vaya a arrancar un ojo con la mínima fricción.

Para terminar solo queda coger el rotulador permanente y dibujarle una sonrisilla y con pequeñas flechas descendentes le haremos la forma de piña. Ya está.

 

Si os gusta el diseño Kawai, esos animalitos y demás personajes japoneses que son muy monos, con sonrisas timidillas, mofletes sonrosados y brillo en los ojos, solo tenéis que coger un pincel con pintura blanca, un poco de corrector líquido o un rotulador de tiza y añadirle un brillito a cada ojo. Y con permanente rosa u otro recorte de papel, añadirle mejillas rosadas.

Si os ha gustado esta idea o si queréis ver más ideas de organización de auriculares y cables en general dejármelo en los comentarios y haré una entrada porque las ideas de organización para estos objetos son todo un mundo.