La primavera se viene acercando. Ya se nota ese ambiente primaveral en el que el sol ya va calentando pero el viento sigue viniendo fresco. Los árboles empiezan a sacar hojas de nuevo… Me encanta la naturaleza en estas fechas y qué mejor forma de demostrarlo que con el patrón de ganchillo que os traigo esta semana.
Cuando ví a este pequeño duende de los bosques aparté la labor que tenía a medias y reorganicé la agenda de entradas para el blog. Tenía que hacer este patrón y tenía que hacerlo ya. Así que compré los materiales que me faltaban y me puse a ello enseguida.
Una de las cosas que más me gustó de este duende es que el cuerpo está hecho en una sola pieza. Cuando hago amigurumis que tienen muchas piezas separadas que luego hay que unir nunca me queda exactamente como yo querría o las costuras no son tan bonitas como me gustaría. Pero al estar hecho todo de una pieza el resultado es muy limpio. Lo único que va separado son la barriga, las orejas y las setas. Estas últimas partes son las más complicadas, pero como luego la base se tapa con el pelo, no hay ningún problema.
Otra cosa que me gusta del patrón es que es apto para tejedores novatos. Casi podría ser una primera costura, me atrevería a decir. Lo único que se necesita saber es punto simple, incremento y disminución. Los tres puntos básicos para tejer un amigurumi.
Por último, y como siempre, me gusta que la idea original es fácilmente modificable. Al duende se le puede dar un aire más a troll añadiéndole el pelo de algún color chillón o cambiando las setas por flores… Yo, le he dejado el pelo más largo para darle un toque algo femenino.
El resultado es un duende gordito como de un palmo de alto (unos 20 cm), muy sencillo y muy bonito. La única pega que le pongo: poner el pelo uno a uno y luego deshacer la lana en hebras es un poco pesadico. Pero como luego la lana se deshace y ocupa más espacio yo tampoco me preocuparía en poner mucho mucho pelo.
Espero que os haya gustado este patrón y nos vemos la semana que viene con otra idea DIY.
