Como ya dije la semana pasada, la primavera ya esta prácticamente aquí y es algo que me emociona. Esta semana quiero enseñaros una receta que queda muy bonita pero que sin embargo es bastante fácil de hacer.
Los materiales
Se puede hacer con o sin gluten. En mi caso para que todos mis comensales las pudieran probar, las hice sin gluten. Los ingredientes que necesitaréis son: manzanas, un limón, un poco de mermeladas y hojaldre con o sin gluten. Últimamente los supermercados se están poniendo las pilas con los productos sin gluten y ya es bastante sencillo encontrar una placa de hojaldre sin gluten.
Procedimiento
Lo primero que hay que hacer es cortar las manzanas en rodajas muy muy finas. Para eso, yo usé una mandolina que corta super bien y es mucho más rápido.
Una vez cortada la manzana (a mi con una manzana me llegó para una placa de hojaldre), hay que cortar a la mitad las rebanadas para que vayan tomando la forma de pétalo de la flor. Estas medias rodajas hay que sumergirlas en agua con el zumo de un limón y meterlo todo al microondas unos minutos. Así la manzana se pondrá blanda para que no se parta después.
Una vez hecho esto, llegamos a la segunda parte. Mientras se hace la manzana, desplegamos el hojaldre y lo estiramos un poco en su propio papel antiadherente con la ayuda de un rodillo. Cuando esté bien estirado, hay que hacer tiras de unos dos o tres dedos de grosor. Esto variará en cada caso según la manzana elegida. Lo que hay que tener en cuenta es el tamaño de nuestros «pétalos»; colocados en la mitad del hojaldre, debe sobresalir un poco de manzana.
En un bol con un poquito de agua tibia, diluímos una cucharada de mermelada. El sabor es de tu elección. Y la esparcimos bien por todo el hojaldre. Esto es para que la masa se pegue mejor luego y para añadir un extra de sabor.
Por último, la tercera parte consiste en ir colocando la manzana, que ya está blanda, a lo largo de cada tira de hojaldre. Cuando tengas una tira con la manzana colocada, se dobla el hojaldre presionando un poquito y con cuidado se enrolla. ¡Ya tiene forma de rosa! Se coloca cada rosa en un molde para magdalenas para que no se deforme en el horno y listo.
Para la cocción yo recomiendo siempre usar las indicaciones del fabricante del hojaldre y el conocimiento de cada uno sobre su horno. En mi caso fueron unos 20-30 minutos a unos 200 grados.
Al sacar las rosas del horno, les espolvoreé un poco de azúcar glas. Como podéis ver, el borde la manzana se quema un poco. Es completamente normal, la piel de la manzana se quema con más facilidad, pero no le deja sabor a quemado al resto de la rosa.
Espero que os haya gustado esta receta y que la pongáis a prueba en vuestras casas.
