Roscón de reyes alternativo. Adiós a la fruta confitada.

Ya se han pasado Noche Buena y Navidad, Noche Vieja y Año Nuevo. ¡Madre mía cómo pasa el tiempo de rápido! En lo que te quieras dar cuenta ya son Reyes. ¿A vosotros os traen regalos en Navidad o en Reyes? ¿En los dos o en ninguno? Lo importante no son los regalos (aunque de hacerlos, así y así es como mejor), es el tiempo que pasamos juntos. A mi ya sabéis que me encanta regalar cosas hechas a mano que le dicen a la otra persona que le he dedicado tiempo. Y una de las mejores formas de demostrarlo es con la comida. Por eso hoy quiero enseñaros el roscón de reyes definitivo.

Larga vida al roscón de reyes.

El roscón de reyes es un dulce tradicional en España ( y seguro que en más países) que a veces va relleno de nata o trufa y decorado con deliciosa fruta confitada.

Como a la mayoría de la gente que conozco no le gusta la fruta confitada (y no entiendo porqué, con lo rica que está), el roscón que he hecho hoy no tiene fruta confitada. Y lo dejaré a elección de cada uno el rellenar o no el roscón. Porque eso ya va a gustos.

Paso a paso para hacer un roscón de reyes

La receta original del roscón de reyes la saqué del canal de YouTube de Quierocupcakes. La receta del panettone también era suya originalmente y os recomiendo que veáis los vídeos explicativos porque lo explican muy bien. De todas formas yo os cuento como hice mi propio roscón.

Si queréis ver cómo fue el proceso, en mi cuenta de Instagram he dejado en destacados todos los stories del proceso en una nueva categoría que se llama “recetas”. Ahí iré subiendo vídeos de las recetas que haga para que lo podáis ver todo al detalle.

Ingredientes:

  • 120 ml de leche
  • 15 gr de levadura fresca
  • 2 huevos L
  • 120 gr de azúcar
  • 3 Cdas de agua de azahar
  • 3 Cdas de ron
  • 500 gr de harina de fuerza (no es la harina normal. Asegúrate de que pone que es de fuerza)
  • 1 pizca de sal
  • 120 gr mantequilla a temperatura ambiente

El proceso tiene su miga, nunca mejor dicho. Si tenéis una amasadora yo os recomiendo que la uséis. Pero si no tenéis no pasa nada. Simplemente tocará amasar más tiempo. Pero con todas estas comilonas ya viene bien un poco de ejercicio amasando 😉

Proceso:

  1. Calentamos la leche hasta que esté tibia. Después añadimos la levadura fresca en pequeñas desmenuzándola con los dedos y removemos hasta que esté todo bien integrado.
  2. Una vez la levadura esté disuelta en la leche, añadimos los huevos uno a uno, el azúcar, el ron y el agua de azahar. Todo ello removiendo para que se integre perfectamente.
  3. Cuando tengamos todo lo anterior, añadimos la harina y la pizca de sal. En este punto, tras dar un par de vueltas con una espátula, empezamos a amasar a mano o con la amasadora. No os preocupéis, al principio está muy pegajoso, pero conforme vayáis amasando, irá cogiendo una textura de chicle.
  4. En el momento en que la masa ya no se pegue, vamos añadiendo la mantequilla a temperatura ambiente en pequeñas porciones y amasamos para que todo se integre (mira la nota 1).
  5. La masa estará lista cuando esté elástica y brillante. Cuando creamos que está en ese punto, estiramos suavemente de ella y debe crearse una membrana casi translúcida sin romperse. Hacer esta comprobación es muy importante porque es el indicador de que el gluten se ha desarrollado y la masa quedara aireada y con la textura deseada. Si la membrana se rompe, hay que seguir amasando, pero si ya la tenemos, entonces debemos ponerla a fermentar. Para ello engrasamos un poquito un bol y colocamos la masa en forma de bola en el centro, lo tapamos con un trapo o un plástico de film y dejamos que doble su tamaño. Esto puede tardar de 2-5 horas. En mi caso fueron 4 (nota 2).
  6. Pasado el tiempo necesario, volvemos a amasar la masa para que saque todo el gas que ha creado. Cuando vuelva a tener su tamaño original, le damos forma de roscón haciendo un hueco en el centro de la masa y lo colocamos en una bandeja donde lo dejamos reposar otro par de horas. Es muy importante dejar un agujero bastante grande para que al volver a crecer y en el horno no se cierre como me pasó a mi.
  7. Cuando pase el tiempo indicado, lo metemos al horno precalentado a 180 ºC con calor por arriba y por abajo durante una media hora. Para comprobarlo ya sabéis: pinchar por varias partes de la masa y si sale limpia la varilla, es que está hecho. No esperes a que se ponga tostada toda su superficie o se secará demasiado. Una vez enfriado, es momento de ¡la decoración!
Primer plano de la masa esponjosa del roscón de reyes

Nota 1: cuando se añade la mantequilla, la masa vuelve a ponerse realmente pegajosa. No preocuparse, es lo que tiene que ocurrir. Debemos seguir amasando hasta que todo se integre. Un truco que me dió mi hermana cuando hacía pan de muerto a mano es levantar la masa y golpearla contra la superficie de trabajo. No comprendemos el fundamento científico de este proceso pero yo creo que ayuda a que la masa se compacte antes.

Nota 2: Si en tu casa hace frío, entonces puedes meter la masa en el horno con un vaso con agua caliente. Eso creará la atmósfera cálida que necesita la masa para levedar

Decorando el roscón de reyes

Vamos ahora con el meollo de todo el asunto. La decoración del roscón de reyes.

La tradicional suele ser con fruta confitada, almendra laminada y opcionalmente, azúcar perlado por encima.

Como los tiempos cambian y la vanguardia es lo que se lleva, esta vez yo me he cargado la tradición y he decidido recubrir el roscón con una cobertura de chocolate negro decorado con trocitos de bastón de caramelo troceado. Vosotros podéis adornarlo como más os guste ¡Imaginación al poder!

Los ingredientes para la cobertura son:

  • 80 gr de chocolate negro
  • 40 gr de nata para montar
  • 20 gr de mantequilla a temperatura ambiente

Para hacer la cobertura o ganache primero debemos calentar la nata con el chocolate hasta que el chocolate se derrita. Cuando esté derretido, se le añade la mantequilla que, como la mezcla está caliente, se integra muy rápido.

Depués debemos dejar que se enfríe un poco para que no esté tan líquido. Para ello, tapamos la cobertura con un film a piel. Esto significa que el film debe tocar toda la superficie de la cobertura. Se que suena un poco raro si no estás acostumbrada, pero sirve para que no se cree una capa dura por encima.

Finalmente, cuando la ganache esté tibia, la vertemos por el roscón con cuidado y antes de que se enfríe, le añadimos toda la decoración que deseemos. Yo lo que he hecho ha sido triturar trozos de bastón de caramelo que le dan un puntito de menta que con el chocolate va espectacularmente bien. Y… ¡Listo!

Corte del roscón de reyes

¿Qué os ha parecido la receta? ¿Os animáis a prepararla para el desayuno del día de Reyes? Si lo hacéis etiquetarme en vuestras fotos en Instagram o Facebook para que pueda ver las maravillosa creaciones que hacéis.